Rambla del Poble Nou en Barcelona
Por Xavi García Vallejo
El Poblenou tuvo su origen en el antiguo barrio del Taulat (cuyo significado es «pieza de tierra de labranza») y durante muchos siglos fue una zona de pantanos y lagunas repletas de juncos. Ese mismo paisaje podría evocarse al transitar calles como la de la Llacuna y la de Joncar.
La zona era extensa, el agua abundante y su precio sensiblemente bajo. Por ello, el S. XVII fue el de la instalación de los primeros prados de indianas que darían paso a los vapores, desplazados después por la electricidad, que se hacían servir para todo tipo de industrias. A punto de acabar el S. XIX el Poblenou se había convertido ya el territorio con mayor concentración industrial del país, y de ahí le vino el sobrenombre del «».
Residencialmente, las primeras viviendas llegaron en torno a la plaza de Prim y para pasar después al llamado barrio de la Plata, en la zona de Wad-Ras (ahora Ramon Turró). El tipo de población que se instaló a lo largo del S. XX en el Poblenou hizo de la zona un barrio obrero e industrial hasta pasada la segunda mitad de ese mismo siglo.
Edificio del Fòrum, en Barcelona
La desindustrialización y la consiguiente liberación del Manchester catalán y sus grandes solares se produjeron en los años 60. Aunque a las tradicionales industrias le tomaron relevo talleres, y empresas de transportes y almacenaje. Con los JJOO llegó la gran transformación del barrio, que recibió un renovado impulso gracias al proyecto 22@ desarrollado a ambos lados del núcleo tradicional del Poblenou. La remodelación urbanística ha sido intensa, con la construcción de edificios pero también con la rehabilitación de algunos de los ya existentes.
El nuevo y espectacular icono arquitectónico de Barcelona, la Torre Agbar de Jean Nouvel (2005), es un símbolo más del barrio. Hoy en día siguen construyéndose altos edificios para albergar hoteles, oficinas y pisos. Los últimos cálculos indican que unos dos mil negocios han abierto o se han trasladado al 22@bcn desde que surgió el concepto del barrio. Aquí se están asentando varios centros de investigación y desarrollo de sectores como la comunicación, la biotecnología y las telecomunicaciones.
Poblenou quiere ser una nueva zona de moda y de emprendedores de Barcelona y para ello una asociación del barrio ha editado el mapa ‘Poblenou Distrito Urbano’, que identifica 53 centros de interés como negocios innovadores y creativos de la zona.
En el mapa aparecen agencias de publicidad, tiendas, locales de comida para llevar, escuelas superiores de arquitectura y diseño, estudios de producción y postproducción, de diseño, fundaciones, galerías de arte y «showrooms».
Centro Comemercial Diagonal Mar, en Barcelona
Por otro lado, el Poblenou ha pasado a autoreivindicarse en los últimos años como zona cool por generarse en él varios núcleos de creación artística, cultural y comercial que siguen la nueva filosofía del distrito e instalarse en el barrio adaptándose a su pasado industrial y al mismo tiempo, respetando su carácter popular. Las grandes naves industriales y sus precios asequibles al situarse lejos del centro de la ciudad han contribuido a este resurgimiento del distrito, donde paralelamente se han construido edificios modernos que conviven con los reformados.
