¿Quieres saber cuáles son los gastos deducibles por el alquiler de un piso? Aquí te explicamos cuáles son y cómo deducirlos en la declaración de la renta para el año que viene.
Los gastos deducibles más habituales por el alquiler de un piso en España son los siguientes:
- Gastos de reparación y conservación: Estos gastos incluyen los costes de reparación de daños en el inmueble, así como los costes de mantenimiento y conservación del mismo. Algunos ejemplos son la reparación de una avería en la caldera, la pintura de las paredes o la sustitución de una ventana.
- Gastos de suministros: Estos gastos incluyen los costes de agua, electricidad, gas, teléfono, internet, etc. que se utilizan en el inmueble alquilado, siempre y cuando corran a cargo del propietario.
- Gastos de amortización: Estos gastos se refieren a la depreciación del inmueble con el paso del tiempo. El importe de la amortización se calcula en función del valor catastral del inmueble y de la duración estimada de su vida útil.
- Gastos de tributos y recargos: Estos gastos incluyen el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), la tasa de basuras, el impuesto sobre el agua y otros impuestos que recaigan en los arrendadores.
- Gastos de defensa jurídica: Estos gastos se refieren a los costes de asesoramiento jurídico o de representación legal en relación con el alquiler del inmueble. Por ejemplo, los costes de un abogado en caso de un desahucio.
- Gastos de hipoteca: los gastos de hipoteca también son deducibles en España. En concreto, se pueden deducir los gastos relativos a los intereses pagados por la hipoteca; la prima del seguro de vida vinculado a la hipoteca; y la prima del seguro del hogar.
Además de estos gastos, también pueden ser deducibles otros gastos relacionados con el alquiler, como los gastos de intermediación inmobiliaria, de redacción del contrato de alquiler, los gastos de publicidad, los gastos de la comunidad de propietarios o los gastos del seguro de impago.
Requisitos para deducir gastos por ingresos del alquiler
Es importante tener en cuenta que no todos los gastos relacionados con el alquiler son deducibles. Para que un gasto sea deducible, debe cumplir los siguientes requisitos:
- Debe ser necesario para la obtención de los rendimientos del alquiler.
- Debe ser imputable al inmueble alquilado.
- Debe ser cuantificable.
- Debe estar documentado.
En el caso de las hipotecas, además, hay que tener en cuenta otros aspectos:
- Debe tratarse de una hipoteca que se haya utilizado para la adquisición o rehabilitación de una vivienda habitual.
- Los gastos deben haber sido pagados por el titular de la vivienda.
- Los gastos deben estar documentados con facturas o justificantes de pago.
El límite de deducción por el alquiler de una vivienda es del 15% del importe de los ingresos, con un límite máximo de 9.040 euros anuales. Por ejemplo, si el propietario tiene unos ingresos por alquiler de 15.000 euros y unos gastos de hipoteca de 3.000 euros. En este caso, el importe de la deducción por el alquiler de la vivienda sería de 450 euros (15% x 3.000 euros). Esto reduciría la base imponible de la Renta en 450 euros, lo que conlleva un ahorro fiscal de 67,5 euros (asumiendo un tipo impositivo del 15%).