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Por Felipe Villa

Hay viajeros que valoran la calidad de una ciudad de acuerdo a la cantidad y la belleza de sus plazas. Cuantas más plazas ofrezca una urbe, más placentera para sus habitantes será. A lo largo de toda Barcelona se extienden centenares de plazas que cumplen las más diversas funciones urbanísticas: brindar espacio recreativo para los vecinos, embellecer un cruce de calles, honrar la figura de algún personaje histórico o simplemente regular el tráfico. También las hay de todo los tamaños y apariencias. De ahí que no sea una labor grata, y mucho menos fácil, seleccionar cuáles son las mejores o más importantes plazas de una ciudad como Barcelona. Sin embargo, nos hemos puesto por la labor y decidimos escoger, de acuerdo a su relevancia histórica o política, las plazas más importantes de esta ciudad. Ahí van, las cinco plazas que todo turista en Barcelona está obligado a visitar.

  1. Plaza Cataluña

Es quizá la plaza más conocida de Barcelona. Es el punto de unión entre la Barcelona más antigua (Ciutat Vella) y la ciudad modernista (Eixample), y es además el punto de encuentro más común de los barceloneses. Antes de que fueran derribadas las murallas de Barcelona, la plaza Cataluña no era más que una inmensa explanada ubicada cerca de una de las puertas de entrada a la ciudad. A finales del s. XIX, a la par que se levantaban los edificios modernistas del Eixample producto del plan urbanístico de Ildefons Cerdá, comenzó la obra de remodelación de la Plaza Cataluña, un lugar que hoy es visita obligada para cualquier turista que arribe a la ciudad.

Así como es punto de encuentro entre el Eixample y Ciutat Vella, la plaza Catalunya es punto de partida de varias arterias importantes de la ciudad: Las Ramblas inician aquí su descenso hacia el mar, el Portal del Ángel hacia la Portaferrisa, mientras el Paseo de Gracia y la Rambla de Cataluña comienzan su ascenso hacia la parte alta de la ciudad, en busca de la Pedrera y la Casa Batlló.

  1. Plaza Sant Jaume

Emplazada en pleno corazón del barrio Gótico de Barcelona, la Plaza Sant Jaume es el punto neurálgico de la política catalana. Se alzan aquí los edificios con mayor poder político y administrativo de Cataluña y de Barcelona, el Palau de la Generalitat y el edificio del Ayuntamiento. La plaza Sant Jaume es el punto de concentración de manifestaciones sociales y políticas, así como el lugar al que arriban las marchas reivindicativas. Esta plaza es una de las más antiguas de la ciudad, núcleo de la antigua Barcino; desde aquí surgen callejuelas estrechas que comienzan a serpentear entre los viejos edificios del Casco Antiguo. Una de esas calles es la del Bisbe, que conduce a la Catedral de Barcelona.

El aspecto actual de la Plaza Sant Jaume se remonta a mediados del s. XIX (1823). Hasta ese momento, el lugar no era más que un rincón semi abierto del barrio gótico en el que se alzaba una antigua iglesia (la iglesia de San Jaime) cercada por decenas de casas y edificios apiñados. Fue entonces cuando la ciudad decidió trasladar la iglesia (a la actual calle Ferrán) y demoler las demás edificaciones para realzar la importancia de las dos edificaciones de gobierno y abrir una arteria comercial, la calle Ferrán.


  1. Plaza Real

La plaza Real es la más concurrida y animada de la ciudad, con un ambiente nocturno exaltado por los restaurantes, bares y salas musicales que se esconden bajo sus portales. Pero en realidad el verdadero atractivo de la plaza Real es su indiscutible belleza, constituida por su amplitud, por los edificios que la cercan con sus arcadas neoclasicistas y sus fachadas modernistas, las palmeras que se elevan en el centro de la plaza, la Fuente de las Tres Gracias y las dos farolas que enseñan la destreza de un joven Antonio Gaudí. El carácter aristocrático que tuvo en su día esta plaza ha mudado en un ambiente más bohemio. Diseñada por el arquitecto Francesc Molina en honor de los Reyes Católicos (de ahí su nombre), la Plaza Real se encuentra a pocos pasos de Las Ramblas, del Mercado de La Boquería y del Teatre del Liceu, por lo que es una de las paradas obligatorias en el recorrido de los turistas.

  1. Plaza de San Felip Neri

Algunas películas ambientadas en la época medieval o renacentista han escogido este rincón de Barcelona para rodar algunas de sus escenas. La más memorable es quizás El Perfume, de Jean-Baptiste Grenouille. La plaza San Felipe Neri, como no pocas plazas de Barcelona, está emplazada sobre un antiguo cementerio, en este caso el cementerio de “Montjuïc del Bisbe”. Lo más destacable de la plaza, ubicada en el barrio del Call o antigua judería, es que está asociada a un triste acontecimiento de la ciudad. En la fachada de la Iglesia que preside la plaza –Iglesia de San Felip Neri, de estilo barroco– aún se pueden apreciar los destrozos causados por una bomba de 250 kilos arrojada desde un avión de la Legión italiana durante la Guerra Civil española. En dicha masacre, ocurrida el 30 de enero de 1938, murieron 42 personas, la mayoría de ellas niñas y niños que se refugiaban en el espacio subterráneo de la iglesia. Además de las víctimas humanas, los edificios adyacentes a la iglesia sufrieron deterioros irreparables. De ahí que para la reconstrucción de la plaza, los arquitectos hayan tenido que trasladar fachadas de edificios ubicados en otros puntos de la ciudad.

  1. Plaza España

Con 34.000 m2, estamos ante la segunda plaza más grande de España, construida para la Exposición Universal de 1929. Ubicada en plena Gran vía, al pie de la montaña de Montjuïc, la Plaza España es punto de confluencia de importantes avenidas de la ciudad: además de la Gran Vía, la avenida Paralel, la calle Tarragona, la Creu Cuberta –principal arteria del barrio de Sants- y la Reina María Cristina. En el centro de la plaza podrás apreciar una hermosa fuente diseñada por Josep Maria Jujujol que recuerda las mejores fuentes romanas. Esta plaza, que formó parte del diseño del Eixample realizado por Ildefons Cerdá, funge de frontera para cuatro de los barrios más importantes de la ciudad: Eixample Esquerra, Sants, Sant Antoni y Poble Sec. En Plaza España tienes varias alternativas interesantes para hacer o visitar: lo primero es tomar la avenida Maria Cristina, entre las dos torres vencianas, y subir las escaleras hacia el Palau Nacional (donde ahora funciona el Museo Nacional de Arte de Cataluña ), en este museo podrás contemplar una de las colecciones de arte románico más importante del mundo. Si no entras, simplemente te puedes dejar cautivar por las vistas desde las terrazas exteriores del museo. Otra actividad obligada si estás en plaza España es subir a lo más alto del centro comercial Arenas (antes una plaza de toros) y disfrutar de la vista 360º sobre Barcelona.

Puede ser paradójico que no hayamos incluido ninguna plaza del barrio de Gràcia, el barrio de las plazas en Barcelona, pero eso ya es material para otro post.

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