Como todos sabemos, Barcelona es una capital cultural, una ciudad cosmopolita, imán del turismo en el Mediterráneo, de ahí que requiera de más de un fin de semana, o como mínimo cinco días, para su uso y disfrute, pero no siempre es posible. Por eso te ofrecemos en este post una selección de los lugares que deberías visitar si viajas a Barcelona por tres días.
Por Ana Cuchillo Cabezas
Primer día en la Ciudad Condal
Antes de nada, la primera recomendación es que se desplacen en metro, Barcelona dispone de una red de líneas que llegan a casi todos los puntos de la ciudad, por lo que les pondremos cuales deben utilizar para llegar a cada lugar recomendado. Comenzamos en Plaza Cataluña, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Sirve como punto de encuentro para todos: locales y visitantes. Aquí dispones de varias líneas de metro y autobús, los ferrocarriles catalanes, Renfe y también parada de taxi; Si no también está el Paseo de Gracia (L2, L3, L4), lugar estratégico e histórico de la capital, en el que se encuentran las boutiques de moda más chic del momento, algunos de los restaurantes más selectos, y las casas modernistas más conocidas.
La primera parada es La Sagrada familia (L2, L5). Es de obligada visita. No lo decimos nosotros, lo dicen las estadísticas y la lista Travellers Choice 2015. En esta lista, la Sagrada Familia ocupa el quinto recinto turístico más visitado del mundo. Un monumento de gran belleza artística, obra de Antoni Gaudí, arquitecto modernista catalán. Es el edificio interminable. A día de hoy y tras años y años de obras, los andamios siguen formando parte de esta maravilla. Les aconsejamos que si quieren disfrutar de una visita guiada por su interior, reserven la entrada con antelación, ya que cada día se forman larguísimas colas.
No muy lejos, tenemos otra gran obra de Gaudí, otra construcción que no te puedes perder. Se trata de la Casa Milà, más conocida como La Pedrera. Además de la posibilidad de ver el interior, conservado en perfecto estado, se ofrece al visitante unas magníficas exposiciones.
La segunda parada será unas calles más abajo, en la conocida manzana de la discordia, lugar en el que se asientan tres de las casas modernistas por excelencia: la Casa Batlló, obra de Gaudí; la Casa Ametller, de Josep Puig i Cadafalch y la Casa Lleó Morera de Lluís Domènech i Montaner.
Teniendo en cuenta que es viernes y Barcelona es una ciudad llena de vida, te proponemos comer algo en El barrio de Gracia. La zona se caracteriza por su gran variedad gastronómica, que va desde la cocina de autor del Eggs, hasta lo más típico de la tradición española: Via fora, Le Papillon Barcelona… pasando por el Karakala, especializado en gastronomía de los antiguos Fenicios. Por ello lo dejamos a la necesidad de sus sentidos.
Otra opción es acabar con vuestro apetito en el restaurante más antiguo de Barcelona: Can Culleretes, (¡Abierto desde 1786!) al que pueden acceder andando hasta Plaza Cataluña y bajando por La Ramblas o bien cogiendo la L3 y bajándose en Liceo (Entre 25-40 E).
La Rambla es una de las zonas más famosas de la ciudad, así que si optáis bajar en metro, esperamos que una vez hayáis terminado de comer, os recorráis la Rambla y experimentéis lo que se siente serpenteando entre cientos de turistas y puestos de suvenires. Al principio de esta calle tenéis la Fuente de Canaletas, lugar de celebración de los aficionados al Fútbol Club Barcelona. Y al final, el puerto, donde te espera el mirador de Colón. Por el camino, te encontrarás el Gran Teatro del Liceu y el Museo de Cera. Dos grandes clásicos que tampoco deberías perderte. Al igual que El Bosc de les Fades, un lugar de ensueño habitado por fantásticos seres y ambientado en los cuentos que conmovieron sus infancias. Aquí podrás relajarte mientras te tomas un café y te sumerges en un mundo paralelo.
Te costará volver a la realidad, pero debes hacerlo y coger el metro (L3) hasta Plaza España, donde podrás visitar el Museo Nacional de Arte, que posee una de las colecciones más ricas sobre el Románico; o acceder a la zona de Montjuic.
Si has escogido subir a Montjuic, te recomendamos usar el transporte público para no gastar todas tus fuerzas. Una vez arriba podrás divisar todo Barcelona desde el mirador. Te quedarás asombrado con la panorámica. Llévate la cámara de fotos porque las vistas son impresionantes. También podrás visitar el Museo etnográfico, el Palau Sant Jordi, El Palau Nacional, La Torre Calatrava, el Pueblo Español, el Estadio Olímpico, el Teatro Grec, el parque de atracciones y el Castillo de Montjuïc. Y si estás atento busca el momento en que puedas acudir al gran espectáculo de la Fuente Mágica de Montjouic, que atrae a cientos de turistas con su juego de chorros y luces.
Esta montaña ofrece muchas actividades y sobre todo en julio, mes en que se celebra el Grec, por lo que sería perfecto que tuvieses un día entero, pero sino es así por lo menos pasa la tarde paseando por allí y deleitándote con las vistas de la ciudad y del Mar Mediterráneo.
Si aún te quedan fuerzas y eres un amante de la noche, te proponemos varios itinerarios: si te gustan los misterios y quieres conocer las historias más sórdidas y aterradoras de Barcelona, acude a la ruta de los Fantasmas de Barcelona, organizada por Icono, Serveis Culturals, y en la que por el módico precio de 11 euros puede recorrer a través de estas historias los paisajes característicos barceloneses desde el Arco del Triunfo (L1: Arc del Trionf)) hasta Santa María del Mar.
Si en cambio prefieres un plan relajado en familia puedes asistir a las numerosas representaciones teatrales que se ofrecen, destacando los espectáculos musicales del Gran Teatre del Liceu (L3: Liceu), las obras del Teatre Nacional de Catalunya (L1: Glòries) o, en un ambiente más distendido, los espectáculos del Molino (L2 y L3: Paral·lel).
Segundo día en Barcelona
Seguramente ya estén cansados, pero ánimo, no todos los días tiene uno la oportunidad de pasear por una gran ciudad como Barcelona. Para este segundo día lo primero que vamos a recomendar es que pasen la mañana recorriendo el magnífico Parque Güell (L3: Vallcarca), lugar en el que podrán observar los diseños hechos por Gaudí y pasear por sus jardines. Debido a la extensión, la mejor idea es pasar toda la mañana en él, por ello para la hora de comer les recomendamos La torreta del Parc Güell, especializado en comida mediterránea. (20 E).
Para la tarde, recomendamos volver al centro de la ciudad para ver el casco antiguo (L1, L3: Catalunya). Desde Plaza Cataluña debe bajarse por el Corte Inglés hasta llegar a la Catedral, donde recomendamos entrar al claustro a ver el estanque con ocas. Según la tradición, hay tantas como años tenía Santa Eulalia cuando la sacrificaron, es decir, trece. La Catedral es la sede actual del arzobispado de Barcelona y está dedicada a la Santa Cruz, y posteriormente a Santa Eulalia, patrona de la ciudad barcelonesa. Fue construida en tres etapas durante los siglos XIII al XV, sobre una iglesia románica que había sido levantada sobre una visigoda. Aunque más tarde, en el siglo XIX, se volvió a construir terminando las obras con la actual fachada. Una catedral impresionante que debes visitar sin falta, se trata de un edificio con vida propia, nombrado en 1929 Monumento Histórico-Artístico Nacional.
Siguiendo por la zona de la Catedral, concretamente en la parte trasera, recomendamos visitar el Museo de Historia de Barcelona, situado al lado del Archivo general de la Corona de Aragón; en la Plaza del rey, donde podrán observar el carácter histórico de la Ciudad Condal, ya que el conjunto abarca desde la Barcelona Romana hasta la Medieval.
Justo al otro lado de La Rambla, está el pintoresco barrio del Raval, nacido de la ampliación de las antiguas murallas medievales de la ciudad. Una zona multicultural. Uno de los barrios donde reside gente de diversos países y culturas. Perdiéndote por las callejuelas del Raval pueden llegar al Monasterio de San Pablo, la Iglesia de San Agustín, el Palacio Güel, y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). También se encuentra en este barrio el Mercado de San José, más conocido por La Boquería. Un mercado municipal al que se accede también por La Rambla. En el podrás encontrar de todo y es ideal por si quieres picar algo rápido y rico.
Como no ha sido un día muy intenso, o no tanto como el primero, te animamos a trasnochar. Dicen que una vez al año, no hace daño. Una sugerencia es cenar de tapas y empezar ya con una cerveza. Si no también puedes experimentar con gastronomía foránea. Desde los míticos restaurantes chinos y japoneses, hasta vietnamitas y tibetanos. Seguramente ya has probado platos de los dos primeros, pero si tienes curiosidad sobre los dos últimos te recomendamos el Potala (tibetano situado en la calle Aragó) o el Kiu Nam (al lado del Hospital Clinic). En ambos restaurantes la comida es copiosa, así que, ¡ojo! porque como sabes las noches de Barcelona son jóvenes y te animamos a irte de marcha por las discotecas. La ciudad ofrece un amplio abanico de estilos de músico en cada uno de sus locales, así que te dejamos una lista con las mejores salas musicales.
Último día en la ciudad
Llega el último día de la escapada. Tras dos días agotadores, les recomendamos pasar la mañana en la Barceloneta (L4), la mítica playa barcelonesa donde podrán disfrutar del cálido clima de la ciudad y relajarse tras dos días agotadores. Pueden tanto sentarse en una de sus numerosas terrazas a tomar cañas, como tumbarse en la arena o pasear por el barrio, que todavía conserva el encanto de los pueblos marineros. Para comer por última vez antes de volver a sus respectivas ciudades de origen les recomendamos que no se muevan de la zona y degusten una de sus maravillosas paellas de marisco.
Antes de que partan a sus respectivas casas, les recomendamos ir al Parque de la Ciudadela. Un jardín en el que encontrarás un pequeño castillo y un bella fuente. El lugar ideal para pasar la tarde y los domingos. Allí se juntan grupos de amigos para tumbarse relajadamente, practicar algún deporte, tocar la guitarra, pasear al perro, dar un paseo en familia… Un ambiente de lo más agradable para terminar el fin de semana y el viaje.
Esperamos que les haya gustado y aprovechen esos días libres que tienen para visitar Barcelona. Y si ya han estado aquí, ¡esperamos volver a tenerles por aquí pronto!